Esta noticia nos regala un ejemplo del costo que tiene un estilo de gestión, que se instaló hace muchos años en la cultura y los hábitos de numerosas organizaciones.
(…) El artículo dice que los técnicos de VW eligieron corromper el software que mide las emisiones como alternativa al no poder cumplir con los objetivos planteados por la compañía. La misma nota aduce, que la dirección de la compañía estaba ajena a esta maniobra.
Algunas hipótesis rápidas de lo que pudo suceder:
- Los técnicos -presumiblemente adultos y profesionalmente calificados- no pudieron o no supieron convencer a sus respectivos jefes de que era imposible cumplir con los objetivos previstos.
- Los superiores directos de los equipos técnicos pusieron tanta presión que hicieron sentir que el NO, no era una respuesta posible frente a los objetivos planteados.
- Tal vez los técnicos evaluaron que pagarían un costo por actuar el NO, o por no cumplir con sus objetivos, y a la vez percibieron que podrían alcanzar reconocimiento (seguramente un jugoso bono) si daban por cumplido el objetivo, aún al precio de engañar al cliente (y a sus propios jefes).
- Probablemente la dirección de la compañía celebrara el grado de compromiso de sus colaboradores y el liderazgo de sus cuadros gerenciales que mostraron capacidad para sortear los más grandes desafíos técnicos para sostener a VW en el podio de la industria (y también habrán sabido recompensarlos y recompensarse por tamaña muestra de excelencia).
No es extraño lo sucedido. Después de todo, cada uno de nosotros trata de hacer lo que le parece que conviene, y en estos tiempos la conveniencia parece medirse sólo en el corto plazo. Es fácil apostar con el diario del lunes, pero debo admitir una cierta dosis de regocijo ante lo sucedido. Son muchos años de advertir en el diálogo con los clientes y colegas, que algún día habría que pagar la factura. Es otro llamado de atención para los líderes y formadores de opinión sobre que tipo de organizaciones diseñamos y que tipo de comportamientos estimulamos.”
Volkswagen justificó el fraude en la “presión por cumplir objetivos”
Escándalo
La automotriz alemana aseguró que una de las causas de la manipulación de emisiones contaminantes fue la presión por cumplir con determinados plazos en el desarrollo de nuevos motores.
En un documento de 120 páginas en el que el grupo responde a la demanda de sus accionistas, VW explica que los técnicos optaron por la salida del software ilegal al ver que ya no podían cumplir con sus objetivos por las vías legales.
El software instalado en 11 millones de coches diésel en todo el mundo detectaba cuando el vehículo estaba siendo probado y manipulaba los valores de emisiones contaminantes. Para la automotriz, fue el peor escándalo en sus 80 años de historia.
Los abogados de VW aseguraron que los técnicos se vieron en “un conflicto de objetivos” cada vez más difícil de resolver entre la normativa de emisiones estadounidense y la de la Unión Europea (UE). “Los técnicos que trabajaban el concepto de la serie EA189 de motores diesel no lograron resolver este conflicto en el plazo temporal y con el presupuesto fijados”, señalaron.
El documento también niega que la cúpula de la automotriz estuviera al tanto del problema desde 2014, como vienen afirmando diversos medios alemanes, y asegura que sólo se enteró a mediados de 2015, semanas antes de que explotara el escándalo. “La decisión de modificar el software de los motores fue tomada más bien por trabajadores por debajo del nivel de la junta directiva”, asegura el escrito.
“La junta directiva de Volkswagen no supo nada sobre la programación de modificaciones no autorizadas en el software ni sobre su posterior aplicación en los motores diesel afectados”, agregaron los abogados.
Fuente: www.ieco.clarin.com