El intendente de Pinamar dice que 'quiere ver' en lugar de que 'le vengan a contar'. Tal vez, sin saberlo, aplica el 'Genchi Genbutsu', una de las reglas de oro del estilo de liderazgo impuesto por TOYOTA, tan admirado -y tan mal copiado- en todo el mundo.
Para TOYOTA, es inadmisible que un jefe tome decisiones desde su escritorio sin hacerse presente en el lugar donde se hace el trabajo y donde suceden los problemas.
Esto sería equivalente a que los miembros de la serie televisiva CSI, pidieran a la policía que cargue todas las evidencias del crimen y se las lleven a su escritorio en el laboratorio.
Hay muchos gerentes que consideran que su hora es ‘muy cara’ como para gastarla en caminar hasta el lugar donde sucede la acción. Otros sostienen que sería una falta a la confianza de su línea de reportes y hasta una muestra de baja capacidad de delegación.
Sin duda tendrían razón, si lo hicieran de modo permanente y para todos los desvíos.’Ni tan calvo ni con dos pelucas’.
La falta de presencia no sería un problema, si no fuera que sucede ‘en concurso real’ con:
– objetivos tan desafiantes que superan a simple vista los recursos disponibles,
– y, no pocas veces, con procesos ejecutados por personas que entienden que su modo de mostrar compromiso es ‘ir por la banquina’ y sortear más de una regla o hacer ‘actos heroicos’
– sin agregar las veces en que el nivel de presión aplicado hacen sentir a la línea que no se puede decir ‘no se puede’ (Tema abordado en otro post reciente. Ver VW)
Como finalmente se entrega todo a tiempo, los managers concluyen que las capacidades de sus equipos no son una restricción y asumen nuevos desafíos.
Así hasta cumplir con la moraleja del traje del emperador, y corriendo el riesgo de mostrar a los demás que ‘el rey está desnudo’. “/]
“No quiero que me vengan a contar nada. Quiero verlo yo”, explica una y otra vez el intendente de Pinamar, Martín Yeza, cuando se le pregunta por qué decidió mudar su despacho a una de las salas del Hospital municipal. Desde hace algunos días, el joven líder comunal ocupa una pequeña habitación detrás de las ventanillas de atención al publico. Allí se reúne con su gabinete y toma decisiones mientras intenta regular un sistema de salud local que incluye mala administración, problemas edilicios y hasta médicos que cobran sin ir a trabajar.
“El sistema de salud tiene uno de los desfasajes más importantes de los últimos años”, dice, y destaca entre los problemas más importantes que están mal afinados los vínculos con el sistema privado.
“Cualquiera que viene al hospital con su obra social es atendido, como tiene que ser, pero después no se le factura a las prepagas. El problema no es cuánto gastamos, sino cuánto recuperamos. En Pinamar existen centros de salud privados, pero son pequeños y atienden cuestiones puntuales. Los tratamientos más complejos se hacen siempre en el hospital”, señala.
Otro conflicto advertido por Yeza tiene que ver con el personal profesional. “Hay muchos médicos que cobran horas por las que no trabajan. Es bastante normal que paguemos por 48 horas y hagan 12 horas reales. Eso, además de ser injusto, hace imposible tener un sistema de turnos serio”, sostiene Yeza, convencido de que “el sistema tiene que volverse más sincero”.
En los últimos días de 2015, lanzó un hashtag en Twitter (#AnecdotasDeTransicion) con el que relató el estado del municipio recibido. “En un área importantísima llegamos al mediodía y la Secretaria del área estaba tomando birra con los empleados #Anecdotasdetransicion”, contaba el flamante intendente. Otro de los mensajes fue: “#Anecdotasdetransicion en tránsito de la muni hay 24 vehículos en el inventario, de los cuales funcionan 1 auto, 1 moto y una bici”.
Además, durante su corta gestión logró desarticular a los trapitos de su ciudad en plena temporada, redujo su sueldo a la mitad, mantuvo fuertes cruces con los guardavidas y recibió amenazas de vendedores ambulantes, que en varias oportunidades quisieron golpearlo en la puerta de la intendencia.
En el futuro estima que hará algo similar en otras áreas, como “servicios urbanos”, sector encargado de la limpieza, la luminaria y las veredas de Pinamar.
Fuente. www.lanacion.com.ar