La nota señala que la selección necesita un DT con perfil docente: ¿Hay algún equipo que no lo requiera? 'Alguien que piense un proyecto, busque a las personas apropiadas, plantee objetivos alcanzables y una planificación coherente’. 'Que sea capaz de aplicar conceptos básicos y aprender de otras selecciones’.
Estas y otras afirmaciones conforman un identikit que se corresponde con los atributos que todos valoramos de un buen líder. Aunque se publique en la sección Deportes, esta nota puede ser un buen disparador para que todos los líderes hagamos auto examen.
La selección argentina necesita un DT con perfil docente
Hay quienes piensan que un nombre (un nuevo DT) es capaz de armar un equipo competitivo, también quienes creen que primero hay que pensar en un proyecto para luego evaluar a las personas más idóneas para llevarlo adelante. Lo que está necesitando la selección hoy, en el actual contexto del fútbol argentino, es un DT/educador/formador, alguien con un perfil docente que empiece por armar un grupo a partir de ideas y planificaciones coherentes, con objetivos alcanzables y que su mensaje sea confirmado porque hace lo que dice que hará.
Hoy el contexto de la selección argentina está más para que llegue como entrenador un líder definido, que no se sienta más importante que el grupo pero que tampoco se ponga por debajo de ningún jugador (por más que se llame Lionel Messi).
El contexto también implica adaptarse a un nuevo escenario: hace 20 años, los futbolistas que eran convocados para las selecciones Sub 17 y Sub 20, aprovechaban esa experiencia como formación y también como lanzamiento para luego ser tenidos en cuenta por el entrenador de sus clubes. Hoy los técnicos de las juveniles citan quizás a jugadores que ya tienen más de 30 partidos en sus clubes (aunque eso no implique necesariamente que estén mejor preparados).
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El nuevo DT, sea dentro del proyecto que sea, deberá tener la humildad de saber aprender de otras selecciones y, de ser necesario, aplicar conceptos básicos. Fueron varios los modelos de las selecciones que estuvieron por encima de Argentina en Rusia. Así como Bélgica vio que sus jóvenes no sabían parar el balón; así como Alemania tomó bases sudamericanas para refundar su juego; así como España se nutrió de mucho más que la posesión; así como Uruguay encontró en Oscar Tabárez un docente de profesión pero que, además, le gusta dejar el alma en cada enseñanza; así como Francia conoció -en medio del camino- en Deschamps a “un trabajador que no deja espacio a la improvisación”. Los últimos tropiezos de Alemania y España no deben tirar por la borda todo lo ganado (primero en ideas y luego en resultados).
Argentina también tiene para aprender de Croacia y Suecia. El subcampeón fue el antiejemplo del proyecto, pero tuvo un líder/DT (Zlatko Dalic) que siempre privilegió el grupo por encima de las individualidades. Y cuando tuvo que mandar de vuelta a un jugador por pensar más en él que en el grupo, no le tembló el pulso. Suecia tuvo en el técnico Janne Andersson la autoridad suficiente para decirle que no a Ibrahimovic:“¿Ahora que el grupo se clasificó al Mundial querés venir? No, tus compañeros te necesitaban antes”. Ambos se sintieron respaldados por el cargo, pero también por sus convicciones y coherencia.
El proyecto será importante, sí, pero también que quien lo lleve adelante esté dispuesto a hacer esfuerzos para conducir educando. Pensar que los jugadores argentinos lo saben todo y no necesitan ayuda es empezar a perder el próximo Mundial.
Fuente: www.lanacion.com.ar